domingo, 14 de septiembre de 2008

Pensando En Vos

Se suponía, entonces, que a esta hora estaríamos en ese avión. Nos relajaríamos con una buena copa del mejor champagne y suspiraríamos tranquilos, estaríamos juntos... Pero no paso así. Tomé una mala decisión pero ¿qué hubieras hecho vos?.. ¿lo dejarías solo, sin explicaciones..? "Perdón, mi amor... Me voy con él a algún lugar del mundo a ser feliz" No, no puedo hacerlo... Pero tampoco puedo olvidarme... Cada vez que me besa siento tus labios, sus manos son las tuyas en mi mente. Se que ya es tarde para los arrepentimientos, pero siento un pozo cada vez mas profundo en el pecho segundo a segundo... No me reconforta saber que lo tengo a él, eras el mejor y no quiero al segundo en el ranking. No me conformo con eso. Si, lo tendría que haber pensado antes, pero ahora me aturde el remordimiento. Estoy segura de que no es quien yo quiero; si, ya se... "Hay muchos peces en el mar", pero no quiero a ninguno excepto a vos... Perdón, ya no se ni lo que digo. Creo que es mejor dejar las cosas así y apostarle al olvido. Si, creo que si... Que te vaya bien, en ese caso... Y si la vida nos cruza en algún momento -y espero que no pase- entendé mi indiferencia y tomala como una manera de protegerte...


[ Thinking Of You, Katy Perry ]

viernes, 8 de agosto de 2008

Todo Lo Que Tuvimos

Eras la única cara que había conocido en mi vida... La única cara que me importaba. La que tenía al lado mio cada vez que me despertaba y siempre se veía pacífica... Me transmitía tranquilidad y paz; esa paz que me faltaba desde hacía tiempo. Pasé años recorriendo otras bocas, otros cuerpos... Buscando lo que esquivé desde un principio: ¿Quién iba a creer que te iba a encontrar entre mi multitud, mis seguidores... Que ibas a ser "una mas del montón"?
Ninguno lo esperaba, seamos sinceros. En ningún momento creímos que iba a ir más allá de una noche movida, o bueno, vos quizás si. Pensándolo mejor, estpy seguro de que vos albergabas esa esperanza. Todavía puedo verte ahí con los ojos expectantes, sorprendidos de tenerme adelante tuyo... Daba un poco de miedo escuchar lo que decías sentir, lo que tratabas de expresar y demostrar, argumentando que las distancias no afectaban. Estás un poco loca, admitilo -dijo sonriendo-... Además de esas declaraciones, me acuerdo de tus remeras y los carteles y fotos... Me ahogabas un poco. Pero bueno, ya no importa... Importa lo que cambiaron las cosas... Como con el pasar del tiempo, te cansaste de mí...
Me cuesta entender que todo lo que tuvimos ya no está más, ya no existe. Que si le sacás el dolor al amor, el amor ya no existe. Nunca soñé con encontrarte así, casi sin querer y perderte tan rápido y cruelmente. No me parece que lo merezca, no creo que debas irte -dijo agarrando su mano, la que instantaneamente se alejó de él-. No quiero que te alejes de mi, Constanza -confesó, no sin tener problemas en su precario español-, no te quiero a miles de kilometros porque necesito todas esas pequeñas cosas que me conceden el hecho de estar con vos, aunque no lo creas: Yo te... -empezó, bajando su cabeza- Te amo. Y no me importan las diferencias ni de edades, ni nacionalidades, ni distancias ni nada. Solo me importás vos.


[ Everything We Had, The Academy is... ]

miércoles, 6 de agosto de 2008

Es Mas Caliente En El Sotano

Existía una sola manera de describir al encargado de la facultad de Medicina -Gabriel-: estaba loco. Literalmente loco; obsesionado. Desde que la había visto entrando en el edificio de la facultad no podía hacer otra cosa más que pensar en ella, no de una manera esperanzadora, sino más bien pervertida y sádica. Ella no lo había notado, de ser así, hubiera sabido que era mejor dejar los estudios, o por lo menos, no concurrir a ese edificio nunca más.
Hacía frío, casi nevaba. Sólo quedaban unos 15 o 16 estudiantes en la facultad, era el último turno, y entre estos, estaba ella. Había estado esperando esta oportunidad desde hacía tiempo. Disimuladamente, como quien no quiere la cosa, se acercó a la razón de su insomnio con un inocente pedido de ayuda. Ella, educada, aceptó a alcanzarle los libros olvidados en el aula. Pero al darse vuelta, ya no había ningún compañero, solo el portero. Con rapidez y un poco de cloroformo, logró dormirla.
Se despertó amordazada y en ropa interior. Estando inconsciente todavía, tiró de sus manos, y luego sus piernas, pero estaba atada a las patas de una vieja cama. Se desesperó y trato de gritar, pero el único sonido que pudo articular, llamó la atención del ahora feliz encargado. Con una amplia sonrisa en su cara, se acercó prendiendo una cámara ubicada como para tener muy buenas tomas de lo que estaba por pasar. Las lágrimas brotaron de los ojos de ella, suplicantes.
- Podés gritar, nadie escucha esta habitación.. Y estas encerrada -explicó sacando la mordaza-, mi amor...
- ¡Soltame!... ¡Dejame salir! -exigió con autoridad- ¡No soy tu amor!
- Tranquila -dijo acariciando su mejilla y continuando hacia abajo-. Dentro de poco vos también vas a amarme...
Por más resistencia que intentó poner, las cosas se dieron como Gabriel quería. Se sentía sucia, ultrajada. En un descuido de él, ella corrió hacia las escaleras, escapándose de él, pero no por mucho tiempo. Se dirigía a su auto, aliviada, pero se dio cuenta que sus llaves habían quedado en su bolso. Pensó en una solución pero el tiempo no fue suficiente, Gabriel ya estaba ahí, con su sonrisa intacta. La arrinconó y todo volvió a empezar...


[ It's Warmer In The Basement, Cobra Starship ]

lunes, 4 de agosto de 2008

Confirmame, Juliet

- Es una locura -susurró ella agarrandose la cabeza-. Andate y mañana hablamos tranquilos, sin precipitarnos...
- ¡No! Si me voy, vos venís conmigo. Me cansé de no vernos, de que no puedas salir...
- Entendeme, por favor... Me va a matar... Y como minimo, a vos te va a denunciar por secuestro
- ¡¡Hay una vida ahí afuera y no va a esperar a que tu papá decida que es tiempo de vivirla para empezar!!
- Es más complicado de lo que lo hacés parecer...
- No. Quiero irme, que salgamos de acá, hay miles de lugares para visitar...
- Querés irte, perfecto. Ahí tenes la ventana por la que entraste, tu auto y las llaves.-determinó- Hacé lo que quieras.
-No quiero irme sin vos -dijo agarrando su mano-. No pienso salir de esta habitación sin que salgas conmigo.
- No lo hagas más difícil. ¡Ay no! Ahí viene, escondete abajo de la cama -le ordenó agarrando el libro que tenía en su mesa de luz y haciendo como que leía-
- Juliet... -llamó la voz de su - padre- ¿Está todo bien? Escuche ruidos..
- Si, papá era la televisión nada más, ya la apagué.
- Está bien... Buenas noches -le deseó, cerrando la puerta a su espalda. Una vez que escuchó que la puerta de la habitación contigua se cerraba, le dijo que saliera de abajo de la cama-
- ¿Ves? Ni siquiera podemos estar juntos delante de él y pretendés que vayamos a "pasar la noche afuera". Es arriesgado. Veámosnos mañana, tengo todo el día libre y puedo decirle que voy de una amiga o...
- No. Esto es asi: Ahora o nunca. No puedo seguir esperando a que tu papá entienda que nos queremos... Ya pasó un año.
- Dale más tiempo... Va a tener que aflojar la correa en algún momento.
- ¿Y si no pasa? ¿Voy a tener que esperar a que tengas 30 años para poder salir con vos sin preocupaciones? Se que no es fácil llevarles la contra a tus padres, se que sentís miedo por las consecuencias, pero esto va a tener que pasar, de cualquier manera. ¿Además, que podemos hacer mal...? Vamos, Juliet. No importa lo que pase después... Yo voy a estar con vos y voy a tomar la responsabilidad de todo... No te preocupes por nada...
- ¿Me jurás que no me vas a dejar sola?
- Por mi vida -dijo bésandola. Bajaron a través de la pared y, silenciosamente, subieron al viejo descapotable. Anduvieron durante horas sin rumbo fijo, tratando de descifrar qué pasaría si su padre lo descubriera. Cuando el amanecer los sorprendió, estaban en el límite estatal. Un solo cartel les indicaba los caminos. Se miraron, incrédulos de la situacion, de la decisión. La ruta los esperaba, y junto a ella, la libertad.


[ Check Yes, Juliet, We The kings ]

domingo, 3 de agosto de 2008

Querida Maria, Incluime

Se encontraba frente a la puerta del mugroso y despreciable cabaret, no podía creer lo que los rumores le contaban. Era imposible. Siempre había estado enamorado de ella, y creía que era un sentimiento recíproco, pero los dichos taladraban su cabeza sin descanso. Claro que no podía hacer reclamos al respecto. No era de su propiedad, ya no. Se separaron el día que tuvo que dejarla para ir a la universidad. Baltimore no era un lugar desértico, pero él apuntaba más allá. Su inteligencia y habilidad en los deportes lo ayudaban a entrar a las mejores universidades del país y no podía dejar de aprovechar esta oportunidad. Dejaba a su familia, a sus amigos, a su lugar; pero nada le dolía tanto como dejarla. Era su primer amor, lo más inocente y real que había tenido. Se pertenecían mutuamente. Lo tranquilizaba el pacto de amor que, implícitamente, se establecía entre ellos. Aunque nunca se imaginó como la vida podía cambiarle la perspectiva de su futuro.
Se negaba a creer en las idioteces que decían por ahí, pero algo adentro suyo lo arrastraba hasta el desvaído edificio. Decidido, abrió la puerta y se topó con su imagen bailoteando burdamente sobre un caño. Se sentó sin llamar su atención, en frente de ella. Cuando las lágrimas causadas por la traición cesaron, escondió su cabeza bajo la capucha de su campera y levanto su mano para que se acercara a él. Sin dudarlo, lo rodeó sin siquiera ver su cara. Y de repente, con valentía, él la miró a los ojos. Estaban apagados, tristes; no los recordaba de esa manera. Impactada por el asombro, dio un paso hacia atrás y se tapó la boca.
- Vos no pertenecés acá. -dijo tomando su mano y llevándola afuera-
- Pero... Yo no puedo -confesó rompiendo en llanto-. No puedo ni mirarte a la cara...
- No me importa por qué o qué hayas hecho... Vayamosnos lo antes posible de este lugar. Incluíme en tu vida María, no me dejes atrás...
Asintió sonriendo avergonzada. El alivio dominó su cuerpo después de meses de culpa y arrepentimiento. Lo tenía con ella y eso le hacía sentir que por fin podía respirar tranquila. Dejando ese oscuro capítulo y dando vuelta la página, abandonó los desastrosos recuerdos de esas noches y se dedicó a ser querida por él. Y nadie más.


[ Dear Maria, Count Me In, All Time Low ]

sábado, 2 de agosto de 2008

Navegame

Era la noche que ambos creían estar esperando. Iban a ir más allá de lo apropiado, más allá de lo moral. Sabían que la crítica general iba a ser negativa, que iba a estar mal visto. Era lo prohibido, les gustara o no.
El adolescente, con sus grandes y temblorosas manos, la tomo como si fuera más frágil que una porcelana y la depositó sobre la cama. Ella sólo podía ocupar su cabeza en la batalla interminable y repetitiva del arrepentimiento, aunque nada iba a detenerlos ahora. Confundida, sin darse cuenta de lo que ocurría a su alrededor, lo abrazó en una última demostración de aceptación. En la otra cabeza que estaba en la oscura y desordenada habitación, cabía una sola palabra: Deseo.
Decidida, hizo que sus ropas se perdieran en la oscuridad. Tomó sus manos y jugueteó con ellas alrededor de su cuerpo con una habilidad -hasta el momento- desconocida; desde su cintura, lo dirigió hacia su ombligo para que él siguiera el camino. Con las armas correctas y una misión bien establecida, sus mentes iban bien encaminadas.
Las emociones afloraban, aparecía el miedo. Estaban preparados. Navegaron a través de sus cuerpos. El necesitaba decirle lo mucho que le gustaba lo que decía, lo que hacía... Pero la vergüenza le impedía hablar. Eso y sus acompasados corazones, quienes lograban sacarles el aliento.
Se habían zambullido en un río cuyas corrientes eran peligrosas y confusas, pero no les preocupaba. Estaban juntos y con eso les bastaba. El comienzo de una canción familiar los hizo asustarse. Todo había cesado de repente.


[ Navigate Me, Cute Is What We Aim For ]