miércoles, 6 de agosto de 2008

Es Mas Caliente En El Sotano

Existía una sola manera de describir al encargado de la facultad de Medicina -Gabriel-: estaba loco. Literalmente loco; obsesionado. Desde que la había visto entrando en el edificio de la facultad no podía hacer otra cosa más que pensar en ella, no de una manera esperanzadora, sino más bien pervertida y sádica. Ella no lo había notado, de ser así, hubiera sabido que era mejor dejar los estudios, o por lo menos, no concurrir a ese edificio nunca más.
Hacía frío, casi nevaba. Sólo quedaban unos 15 o 16 estudiantes en la facultad, era el último turno, y entre estos, estaba ella. Había estado esperando esta oportunidad desde hacía tiempo. Disimuladamente, como quien no quiere la cosa, se acercó a la razón de su insomnio con un inocente pedido de ayuda. Ella, educada, aceptó a alcanzarle los libros olvidados en el aula. Pero al darse vuelta, ya no había ningún compañero, solo el portero. Con rapidez y un poco de cloroformo, logró dormirla.
Se despertó amordazada y en ropa interior. Estando inconsciente todavía, tiró de sus manos, y luego sus piernas, pero estaba atada a las patas de una vieja cama. Se desesperó y trato de gritar, pero el único sonido que pudo articular, llamó la atención del ahora feliz encargado. Con una amplia sonrisa en su cara, se acercó prendiendo una cámara ubicada como para tener muy buenas tomas de lo que estaba por pasar. Las lágrimas brotaron de los ojos de ella, suplicantes.
- Podés gritar, nadie escucha esta habitación.. Y estas encerrada -explicó sacando la mordaza-, mi amor...
- ¡Soltame!... ¡Dejame salir! -exigió con autoridad- ¡No soy tu amor!
- Tranquila -dijo acariciando su mejilla y continuando hacia abajo-. Dentro de poco vos también vas a amarme...
Por más resistencia que intentó poner, las cosas se dieron como Gabriel quería. Se sentía sucia, ultrajada. En un descuido de él, ella corrió hacia las escaleras, escapándose de él, pero no por mucho tiempo. Se dirigía a su auto, aliviada, pero se dio cuenta que sus llaves habían quedado en su bolso. Pensó en una solución pero el tiempo no fue suficiente, Gabriel ya estaba ahí, con su sonrisa intacta. La arrinconó y todo volvió a empezar...


[ It's Warmer In The Basement, Cobra Starship ]

1 comentario:

Flor dijo...

dios dije q me iba a dormir pero no pude, me pico la curiosidad
Y VOS QUE ME DEJAS CON UNA ANSIEDAD TERRIBBLE CADA VEZ Q LEOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO AHAFHGJFJSAFAHFG
te odio ¬¬
ajaja
(no literalmente, e)